En el día
de celebramos el día de Reyes. Muchos de nosotros tenemos recuerdos hermosos de
este día cuando preparábamos nuestras cajitas con yerba y la ubicábamos debajo
de la cama y con ansiedad esperábamos que llegara la mañana para ver que los
reyes nos habían traído. Sin embargo, este día tiene otro significado bien
importante, este día de hoy se conoce también como el Día de la Epifanía. ¿Qué
es Epifanía?, se preguntarán muchos. La definición simple es manifestación o
revelación. Hoy celebramos la manifestación o revelación del Hijo de Dios,
Jesucristo, a unos magos que vinieron de Oriente a adorarle. En el evangelio de
Mateo 2: 1-2 leemos; "Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey
Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo; ¿Dónde está el
rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente
y venimos a adorarle. La revelación de Dios a estos magos representa la
revelación de Dios a los gentiles (toda persona que no era judía era
considerado un gentil).
Cuando
leemos estas palabras del profeta Isaías podemos concluir que el significado de
este día de celebración es que Cristo manifestó Su Luz a un mundo que vive
espiritualmente en tinieblas. El nacimiento de Jesús representa un amanecer
brillante en un lugar bien obscuro. Cuando el sol se levanta por las mañanas,
su luz disipa las tinieblas. Cuando el Hijo de Dios entra en el corazón de una
persona, disipa la obscuridad del pecado y esa vida resplandece delante de
Dios. Todos nosotros necesitamos de una Epifanía. Todos nosotros somos
pecadores y como estos magos que vinieron del Oriente, todos necesitamos venir
y ver la gloria de Dios que es revelada a través de la persona de Jesucristo.
Así como el sol se levanta todas las mañanas en cada nación, en cada persona,
sin importar nacionalidad, color de la piel, de la misma manera Jesucristo se
revela y alumbra nuestras vidas. Su gracia, su perdón, su salvación se levanta
y alumbra la vida de toda persona en esta tierra. Toda persona es invitada a
creer en Jesús, a adorar y glorificar Su nombre y a buscar de su salvación en
El. No importa quién eres, él te puede sacar de las tinieblas y llevarte a la
luz.
Que el
Señor te bendiga y te guarde y que permita que estas palabras te ayuden a
renovar tu espíritu.