Monday, February 10, 2025

Lo Pofundo del Amor de Dios

 

Mas Dios muestra su amor para con nosotros; en que, siendo aun pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8).

Este versículo es uno de mis favoritos y es una de las declaraciones más hermosas de las Escrituras. Encapsula de manera encantadora el mensaje de salvación, una narración divina desde Génesis hasta Apocalipsis. También contiene dos de las palabras de la Biblia que más cambian la vida: “Mas Dios”. Esta frase significa una interrupción: Dios interviene en nuestra desesperanza para cambiar nuestro destino. Su amor es tan inmenso que envió a su Hijo, Jesucristo, en una misión de rescate para redimir a un mundo perdido en el pecado. ¿Y cuál era esta misión? Rescatarnos de la sentencia de muerte que merecíamos por nuestra rebelión contra Él.

Dios ve nuestros pecados. Conoce nuestros fracasos, nuestra fragilidad y nuestra indignidad. No nos debe nada; sin embargo, en su amor infinito, eligió restaurar lo que destrozamos. Envió a Jesús para que tomara nuestro lugar, para que soportara nuestro castigo y para ofrecernos gracia en lugar de juicio. ¿Qué tan extraordinario es este amor? Pablo enfatiza: “Cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros”. Él no esperó a que nos volviéramos dignos, porque nunca podríamos. En cambio, nos encontró en nuestro peor estado y pagó el precio máximo para traernos de regreso a Él.

¡Qué verdad increíble! No merecemos el perdón, pero Dios lo ofrece gratuitamente. No podemos ganarnos la salvación, pero Cristo ya la ha asegurado. Ahora, la elección es nuestra: aceptar o rechazar el don de la redención. Solo Jesús puede satisfacer la justicia de Dios, y solo Él puede eliminar nuestra culpa y ofrecernos la vida eterna. Que nunca demos por sentado este don, sino que vivamos en gratitud por el amor inmensurable de nuestro Padre.

Que Dios te bendiga y te guarde, y que estas palabras renueven tu espíritu.

Pastor Dimas 

Preguntas para discutir

1. ¿Cómo cambia la frase “Mas Dios” en Romanos 5:8 nuestra comprensión del amor y la gracia de Dios, especialmente en contraste con la naturaleza y la justicia humanas?
 

2. Dado que Cristo murió por nosotros cuando todavía éramos pecadores, ¿cómo debería esta verdad moldear la manera en que vemos y extendemos la gracia a los demás en nuestra vida diaria?