Thursday, November 20, 2025

Todos trabajamos juntos para el Senor



Lectura: Efesios 4:16; 1 Corintios 12:12-27

El cristianismo no es una actividad individual. No se puede madurar en aislamiento. Dios diseñó su iglesia para funcionar como un cuerpo: interconectado, interdependiente, donde cada parte es esencial para el todo. Piensa en tu propio cuerpo. Cuando una articulación deja de funcionar, todo se ve afectado. Una rodilla lesionada cambia tu forma de caminar. Un hombro congelado limita tu alcance. El dolor y la disfunción se extienden mucho más allá de esa parte. El cuerpo necesita cada articulación, cada conexión, para funcionar correctamente.

Lo mismo ocurre en la iglesia. No hay miembros irrelevantes, ni roles sin importancia, ni partes innecesarias. Cuando alguien se retira o se niega a participar, todo el cuerpo sufre. Cuando alguien se queda al margen observando en lugar de participar, es como una articulación bloqueada: la disfunción la siente todo el cuerpo.

Pero observa lo que sucede cuando cada parte cumple su función: el cuerpo produce el crecimiento del cuerpo para su propia edificación en amor. El crecimiento no es solo individual; es colectivo. Crecemos juntos. Maduramos como uno solo. Tu crecimiento me ayuda a crecer. Mi fidelidad anima la tuya. Estamos juntos en esto. Por eso es importante asistir a la iglesia. Por eso son importantes los grupos pequeños. Por eso es importante servir. No asistes solo por ti mismo; otros te necesitan. No solo aprendes para ti, sino que te capacitas para ayudar a otros. Eres parte de algo mucho más grande que tú mismo.

Te pregunto:

·       ¿Participas activamente en el cuerpo de Cristo o te mantienes al margen?

·       ¿A qué papel te llama Dios? ¿Qué dones te ha dado para servir a los demás?

·       ¿Quién en tu comunidad eclesial necesita tu ayuda?

Oración:

Padre, perdóname por las veces que he tratado mi fe como un asunto privado. Gracias por ponerme en el cuerpo de Cristo. Muéstrame dónde quieres que sirva y dame valor para dar un paso al frente. Ayúdame a ver que soy necesario, que mi participación importa y que juntos somos mejores que separados. Amén.

Qu el Señor te bendiga y te guarde y que el Señor permita que estas palabras te ayuden a renovar tu espíritu.

Dr. Dimas Castillo

No comments: