Éxodo 14:10-18
Versículo clave: “El
Señor peleará por ustedes; ustedes solo necesitan estar tranquilos.” –
Éxodo 14:14
¿Alguna vez te has sentido atrapado sin salida?
Quizás fue una carga financiera inesperada, una crisis de salud sin una
solución clara, una relación que se desmoronó o un momento en que falsas
acusaciones convirtieron a amigos de confianza en escépticos. La vida puede
acorralarnos rápidamente en situaciones de las que parece imposible escapar.
Así es exactamente como se encontraron los
israelitas en Éxodo 14. Después de ser liberados milagrosamente de Egipto, se
encontraron atrapados: el Mar Rojo frente a ellos, el desierto a un lado y el
ejército egipcio cargando por detrás. No había salida visible. Estaban, en todo
sentido humano, atrapados en un callejón sin salida.
Pero su historia no terminó allí, y la nuestra
tampoco, cuando caminamos por fe.
1. Dios usa los tiempos difíciles para hacernos
crecer
Lo notable es que Dios los guió hasta este punto.
Éxodo 14:1-4 deja claro que su camino, aunque parecía un error, era parte del
plan de Dios. ¿Por qué haría Dios eso? Porque quería revelar algo más profundo:
su poder, su fidelidad y su capacidad para abrir camino donde no lo había.
Los tiempos difíciles a menudo se sienten como un
castigo. Pero más a menudo, son una preparación. Dios usa las dificultades para
corregir, profundizar y fortalecer nuestra fe. Así como las plantas echan
raíces más profundas cuando el agua superficial escasea, nuestras raíces
espirituales se profundizan cuando la vida es dura. La fe no se demuestra en la
comodidad; se revela en la crisis.
2. La paz es una elección, no un sentimiento
Los israelitas respondieron como muchos de
nosotros lo haríamos; entraron en pánico. "¿Por
qué nos trajiste aquí para morir?", gritaron (Éxodo 14:11). Con
miedo, arremetieron contra Moisés y dudaron de la bondad de Dios. Sin embargo,
Moisés respondió no con un plan estratégico, sino con una profunda verdad: «No teman. Manténganse firmes y vean la salvación del
Señor…» (v. 13).
El miedo es natural, pero la fe es intencional. La paz en medio de la presión no proviene de comprender el plan; proviene de conocer a Aquel que lo tiene en sus manos. Cuando elegimos mirar nuestros problemas más que a Dios, la ansiedad aumenta. Pero cuando fijamos nuestros ojos en el Señor, la paz se hace posible, incluso en lugares imposibles.
3. Cuando no sepas qué hacer, haz lo que sabes
Dios le dijo a Moisés: «¿Por
qué clamas a mí? Dile al pueblo que avance» (v. 15). Puede sonar
extraño; ¿avanzar hacia dónde? ¡Había un mar frente a ellos! Pero Moisés
obedeció. Levantó su vara, y Dios hizo lo imposible: dividió las aguas.
Habrá momentos en los que no entendamos lo que
Dios está haciendo. Pero en esos momentos, estamos llamados a seguir haciendo
lo que sabemos que es correcto. Sigue andando en obediencia. Sigue orando.
Sigue confiando. Y luego observa, observa con anticipación para ver lo que Dios
hará.
Conclusión: Confía, espera y observa
En conclusión, debemos notar varias cosas sobre
los momentos en que estamos entre la espada y la pared. Primero, los
callejones sin salida son la oportunidad de Dios para mostrar su gloria.
Los israelitas aprendieron ese día que ninguna situación está fuera del alcance
del poder de Dios. Lo que pensaron que sería su muerte se convirtió en su
liberación. Lo que parecía un final se convirtió en el comienzo de algo
inolvidable.
Segundo, debemos recordar que los tiempos
difíciles no significan que Dios esté enojado con nosotros. Existe una idea dañina que dice que un creyente verdadero y fiel nunca
enfrenta tiempos difíciles a menos que haya hecho algo malo. Esta es una
teología errónea y destructiva. Hay muchas referencias en la Biblia que
muestran que los santos de Dios atraviesan adversidades no porque estén siendo
castigados, sino porque están siendo usados y entrenados por Dios. Los
tiempos difíciles no significan que Dios te haya dado la espalda. En tercer
lugar, necesitamos recordar que debemos elegir la actitud que adoptaremos en
los momentos difíciles. Podemos entrar en pánico o confiar. Podemos
centrarnos en las oportunidades o en los riesgos. Podemos alejarnos del Señor o
acercarnos a Él. Puede que no parezca que podemos elegir qué actitud adoptar,
pero la tenemos. Las reacciones negativas surgirán de forma natural. Tendrás
que elegir responder con fiel confianza.
Finalmente, se nos recuerda una vez más que nunca
debemos subestimar el poder y la sabiduría de Dios. No importa
cuán desesperada parezca una situación, podemos estar a punto de presenciar una
de las increíbles demostraciones de la sabiduría y el poder de Dios. Quizás no
veamos cómo se abren las aguas, pero sí podemos ver vidas transformadas,
circunstancias cambiadas y oportunidades que nunca habrían sucedido si no
hubiéramos confiado, esperado y observado lo que Dios hará.
Que el Señor te bendiga y te guarde, y que el
Señor use estas palabras para ayudarte a renovar tu espíritu.
Dr. Dimas Castillo